Christian Petersen, de la Universidad Northwestern en Chicago, y Peter Reddien, del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), han descubierto que un antiguo y poco estudiado gen puede ser fundamental para la regeneración de estos animales. El gen, llamado Notum, juega un papel clave en el proceso de regeneración. La proteína de este gen determina si es una cabeza o una cola lo que debe volver a crecer en los lugares del cuerpo donde se ha sufrido la amputación, un proceso que lleva alrededor de una semana. Sin embargo, cuando este gen fue desactivado por los científicos, ocurrió que el gusano regeneraba una cola en vez de una cabeza, creando animales con dos colas.
Petersen y Reddien también descubrieron que este gen controla un circuito bioquímico ampliamente utilizado, el Wnt. Este circuito opera en todos los animales y controla algunos procesos en el desarrollo y las enfermedades, incluida la reparación de tejidos y el crecimiento del cáncer.
El gen Notum se encuentra en distintas especies, desde las anémonas de mar y las moscas de la fruta a los seres humanos, pero poco se conoce acerca de su papel en la biología. «Estos gusanos son superestrellas en la regeneración y queremos aprender cómo restauran las partes del cuerpo que les faltan», explica Petersen, profesor de ciencias biológicas moleculares. La capacidad de las planarias de regenerar cualquier tejido que falta después de una lesión depende de un grupo de células madre adultas. Los investigadores esperan que mediante el estudio de este gusano se puedan comprender los procesos moleculares que permiten a las células madre reparar tejidos en los animales superiores.
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