¿Puede un ser humano pasar 96 minutos, más de hora y media, sin que le lata el corazón y sobrevivir? Sí, es posible. ¿Lejos de un hospital, con la única ayuda de los sanitarios de una ambulancia para volver a la vida? Parece increíble, pero el caso es cierto y ha sido anunciado por la prestigiosa Clínica Mayo en su publicación online Mayo Clinic Proceedings. El protagonista es un norteamericano de 54 años de edad que sufrió un ataque al corazón una noche de invierno en una zona rural de Minnesota. Aunque los miembros del equipo de emergencias que acudieron en su ayuda le practicaron técnicas de reanimación cardiopulmonar e incluso utilizaron un desfibrilador, el hombre permaneció sin pulso durante 96 minutos. Los sanitarios no cejaron en sus esfuerzos y, desafiando lo imposible, el corazón del hombre le dio la espalda a la muerte y volvió a latir después de tanto tiempo. El paciente se recobró por completo.
El personal de emergencias administró al paciente un total de 12 choques de desfibrilador y mantuvo su sangre en movimiento gracias a continuas compresiones torácicas. Pero una pieza clave que hizo que los sanitarios no cejaran en su empeño fue, según la Clínica Mayo, lacapnografía, una técnica que se emplea para controlar a los pacientes en los quirófanos pero que no se utiliza con frecuencia en las ambulancias en el primer tratamiento de un paro cardíaco. La capnografía mide la cantidad de sangre que fluye a través de los pulmones y, por lo tanto, de otros órganos. En este caso inaudito, como la medida se mantuvo lo suficientemente alta, aunque el corazón del paciente estaba parado, los sanitarios continuaron los esfuerzos de reanimación.
«El esfuerzo tuvo éxito en gran parte debido a la capnografía, que informó a los trabajadores de emergencias de que si persistían, era concebible que tuvieran a un superviviente en sus manos», explica el doctor Roger White, principal autor del artículo. Una vez que su pulso se hubo reanudado, el paciente fue trasladado al hospital Saint Marys Hospital en Rochester, Minnesota, y se constató que existía una arteria ocluida. Un coágulo fue eliminado y la arteria abierta. El paciente fue dado de alta una semana y media más tarde sin problemas neurológicos provocados por el largo período sin pulso. Poco después, se sometió a una operación de bypass electivo para el tratamiento de su enfermedad cardíaca.
«Hasta donde sabemos -dice White-, este episodio es el más largo período de ausencia de pulso en una parada cardíaca extrahospitalaria que terminó con un buen resultado». Para los especialistas, el caso sugiere que se deben estudiar más a fondo las técnicas avanzadas de apoyo a la vida, así como el uso de tecnologías en tiempo real como la capnografía que puede validar la eficacia de los esfuerzos de reanimación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario