miércoles, 20 de abril de 2011

Así cambia la fecha de Semana Santa


Regla simple (casi correcta)
La regla que se suele utilizar para calcular la fecha de la Semana Santa es la siguiente: el domingo de la Pascua de Resurección es el siguiente a la primera luna llena que sigue al equinoccio de la primavera boreal (es decir, del hemisferio norte).
El embrollo de la Pascua
Muchas fechas religiosas (en particular las católicas) tienen su origen en la adaptación de celebraciones paganas con raíz astronómica y están relacionadas a menudo con los cambios de estación. El caso de la Semana Santa es particularmente importante pues de su fecha dependen otras celebraciones religiosas (como el Pentecostés y la Ascensión). Fijar la fecha de la Pascua de Resurección también es importante para la sociedad civil pues algunas de estas celebraciones religiosas tienen reflejo en el calendario laboral.
Hasta el año 525 no se fijó una fecha comun de celebración y sus criterios para fijarla.
La norma era aproximadamente la expresada más arriba. Pero así enunciada, planteaba importantes problemas a la hora de ponerla en práctica.
Un poco más complicado
Por ejemplo, el equinoccio de la primavera boreal no tiene una fecha fija, sino que puede oscilar entre el 20 y 22 de marzo. Por otro lado, la fecha local del plenilunio puede cambiar de un día de acuerdo con el emplazamiento geográfico. Además, para diferenciar muy claramente la Pascua cristiana de la Pascua judía, no se deseaba que ambas coincidiesen nunca en la misma fecha.
Teniendo todos estos elementos en cuenta, se estableció la regla completa (y correcta) para la determinación de la Pascua:
El domingo de Pascua es el siguiente a la primera Luna llena 'eclesiástica' (un plenilunio ficticio definido por la Iglesia mediante unas tablas numéricas) que se da en o tras el 21 de marzo.
Esta regla lleva implícito que cuando el plenilunio eclesiástico cae en domingo, la Pascua se celebra el domingo siguiente, lo cual impide que la Pascua cristiana coincida con la judía.
Afortunadamente no hay que recurrir a esta regla completa y exacta más que en contadas ocasiones y la regla simple suele funcionar para un elevadísimo número de años.
De esta regla se desprende que la Pascua de Resurección nunca puede ser antes del 22 de marzo (cuando el plenilunio sucede un 21 de marzo que además es sábado) ni después del 25 de abril (cuando hay plenilunio el 20 de marzo y, además, el 18 de abril –fecha del siguiente plenilunio- es un domingo, lo que hace retrasar la Pascua de una semana).
Hoy día tenemos disponibles en internet numerosas páginas web que nos realizan el cálculo de la fecha de Pascua y de las principales fiestas variables durante y después de la Semana Santa. Una muy clara, y en castellano, que nos calcula la Pascua entre los años 1583 y 2499 es ésta.
Fuente: http://www.elmundo.es/elmundo/2011/04/18/ciencia/1303136126.html

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