A Mads Andersen, investigador de la NASA, se le ocurrió estudiar la cuestión durante el parto de su esposa. "El anestesista me dijo que el gas empleado era un tipo de compuesto halogenado, la misma familia que estaba acabando con la capa de ozono en la década de los ochenta". Con la colaboración de Ole John Nielsen, profesor de Química Atmosférica, ha calculado que la contaminación anual generada por todos los quirófanos del mundo es equivalente a la que emiten un millón de coches.
Los tres gases empleados en anestesia que analizaron en el laboratorio atmosférico de Andersen fueron isoflurano, desflurano y sevoflurano (que se administran al paciente a través de un sistema que combina estos gases con otros gas 'conductor' como el oxígeno o el óxido nítrico).
Aunque la cantidad de cada uno de ellos que se requiere para un simple procedimiento quirúrgico no es muy elevada en sí misma, cuando se suman toda las anestesias que se realizan en el mundo cada año, las emisiones de CO2 de multiplican hasta tal punto que se calcula que un kilo de desflurano puede emitir a la atmósfera hasta 1620 kilos de CO2 en una proyección a cien años.
Las emisiones de los otros dos gases resultaron ser algo inferiores (210 para el isoflurano y 510 en el caso del sevoflurano), por lo que los investigadores aconsejan a los especialistas que, a igualdad de resultados y efectos secundarios dentro del quirófano, opten por la anestesia menos contaminante de cara al exterior.
A pesar de estos datos, la contribución de la anestesia al calentamiento global es muy reducida (alrededor del 0,02% del total); se trata sólo de elegir cual de los anestésicos es más respetuoso con el medio ambiente.
Fuente: http://www.elmundo.es/elmundosalud/2010/12/03/noticias/1291407052.html
Teleanestesia: http://www.elmundo.es/elmundosalud/2010/09/16/tecnologiamedica/1284628390.html
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