lunes, 20 de diciembre de 2010

La Luna desaparecerá mañana

A primera hora de la mañana del martes (de 6.29 a 12.04 hora peninsular), la sombra de la Tierra engullirá la Luna por completo, dándole un color rojo anaranjado más o menos fuerte según el rincón del mundo desde donde se observe y alcanzando su momento cumbre a las 8.40. En España, el fenómeno sólo podrá verse en parte ya que la salida del Sol interrumpirá el espectáculo. Además, el tiempo tampoco acompañará ya que de Madrid hacia el Este se perderán la fase de totalidad. Los más afortunados son los gallegos y canarios.
Un eclipse lunar tiene cinco etapas, aunque en España nos perderemos, según la zona, las dos o tres últimas. Empieza cuando la Luna entra en la penumbra de la sombra de la Tierra. Esto no se puede ver porque es un fenómeno muy leve. Sólo cuando el filo de la Luna está a mitad de camino en la penumbra se hace perceptible a la vista. El segundo estado, o eclipse parcial, comienza cuando el borde de la Luna alcanza la sombra interior de la Tierra. "Podemos ver la curvatura que hace la sombra, que responde al tamaño de la Tierra. Los griegos descubrieron de esta forma que nuestra mundo era redondo", explica el director de planetario de Pamplona Javier Armentia.
A medida que la Luna se desliza más en la sombra, la noche se vuelve aún más profunda, como una noche dentro de la noche. Si el observador está lejos de las luces de las ciudades, cientos de estrellas comienzan a aparecer. Durante más o menos una hora, sólo una franja brillante de la Luna aparece fuera de la sombra y el resto muestra una rara luz rojiza.
El tercer estado es el del eclipse total, que comienza cuando el último "pedazo" visible de nuestro satélite se desliza en la sombra. Este eclipse será total durante unos 72 minutos. La Luna parecerá una "luminosa naranja podrida", compara McRobert, editor de la revista especializada Sky and Telescope.
A medida que la Luna continúe moviéndose hacia el Este, el fenómeno se reproducirá en orden inverso. Se produce un nuevo eclipse parcial (cuarta etapa) y después la oscura sombra penumbral (quinta etapa) se desvanece poco a poco. De nuevo, la Luna brilla como si nada hubiera sucedido.
Una de las características más bonitas y llamativas de este eclipse será el color rojizo de la Luna. Esa luz roja proviene de todos los amaneceres y puestas de Sol alrededor de la Tierra en ese momento a lo que también ayudarán las partículas enviadas a la atmósfera por las últimas erupciones volcánicas.
El próximo eclipse de Luna se producirá en junio de 2011. Mucho antes, el 5 de enero, disfrutaremos de un eclipse de Sol parcial.

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