miércoles, 3 de noviembre de 2010

Emitimos 2 toneladas de C02 al año al alimentarnos

Desde que se producen los alimentos hasta que el cuerpo los excreta se emiten alrededor de dos toneladas equivalentes de CO2 por persona y año, lo que representa más de un 20% de todas las emisiones anuales y un consumo de energía primaria de 20 gigajulios, según un estudio de la Universidad de Almería. Este estudio confirma por primera vez la contribución de los excrementos humanos a la contaminación de las aguas, sobre todo por parte del nitrógeno y fósforo.
Se analiza la relación de la cadena de producción y consumo de alimentos con el calentamiento global y la acidificación y eutrofización (exceso de nutrientes) del medio, tomando como referencia lo que consumió una persona en España en 2005. En el cómputo se incluyó la producción agrícola y ganadera, la pesca, el procesamiento industrial que se hace de los alimentos, su venta y distribución, la preparación y cocinado en casa, el tratamiento de los residuos sólidos y la excreción humana. Según el trabajo el mayor impacto medio ambiental lo origina la producción de alimentos de origen animal, como carne y lácteos.
La contribución de la excreción a la contaminación de las aguas es importante por su aporte de materia orgánica y nutrientes como el nitrógeno y el fósforo, lo que contribuye al crecimiento de algas, la reducción del nivel de oxígeno disuelto en el agua, los malos olores y otros problemas asociados a la eutrofización aunque estos efectos se minimizan gracias a la depuración que se realiza antes de verter las aguas a los ríos.
Estos residuos al medio ambiente no es malo en sí, ya que se trata de nutrientes, del mismo modo que el estiércol se vuelve a aplicar como abono en agricultura. El problema es que en muchos casos nuestros ríos tienen poco caudal y les cuesta asimilar los residuos. Los excrementos humanos tienen un efecto nulo sobre el calentamiento del planeta, ya que se trata de carbono que ya habían fijado las plantas con lo cual no contribuyen a incrementar la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera.
Los investigadores también han estimado el CO2 y metano producido por el metabolismo humano y el consumo de energía asociado a aspectos como utilizar papel higiénico, jabón y agua del lavabo.
Fuente: http://www.elmundo.es/elmundo/2010/11/03/ciencia/1288780431.html

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