domingo, 2 de enero de 2011

Trillizas, pero con once años de diferencia

La familia de moda en Estados Unidos es ahora mismo una familia inglesa: Lisa y Adrian Shepherd y sus trillizas idénticas Megan, Bethany y Ryleigh. Sólo que Ryleigh acaba de nacer y Megan y Bethany nacieron en 1999, once años antes.
Tras casarse en 1994 pensaron en tener descendencia pero la biología no acompañaba. A Lisa le diagnosticaron una serie de complicaciones que no impedían la maternidad pero sí la obstaculizaban. El matrimonio decidió someterse a un tratamiento de fertilidad. Se obtuvieron 24 óvulos de Lisa, 14 de los cuales fueron fertilizados con éxito con el esperma de Adrian.
Dos de estos embriones se implantaron y el resto se congelaron. A los nueves meses nacieron las gemelas Betahny y Megan. Cuando las niñas acababan de cumplir nueve años surgió la idea de ampliar la familia, recurriendo a uno de los embriones congelados. Hace un año volvieron a la clínica y ahora acaba de llegar Ryleigh. Su particularidad es que no es una hermana pequeña, sino la copia genética de sus hermanas mayores. Es la tercera trilliza sólo que nacida once años después. 
Para empezar la técnica de fecundación  in vitro es tan relativamente nueva (apenas se remonta a cuarenta años) que todavía nadie puede tener al cien por cien claro que la evolución de estos niños sea normal y sin rarezas. Por supuesto esto no disuade a los Shepherd ni a los millones de padres que hay en el mundo con problemas para concebir.
Hasta ahora el récord de longevidad de un embrión lo tiene una mujer de Nueva York que lo mantuvo veinte años congelado. Los médicos no se atreven a poner la mano en el fuego sobre cuánto tiempo puede conservarse el embrión.
En estos momentos se calcula que hay unos 400.000 embriones congelados en Estados Unidos. Su mantenimiento puede costar entre 200 y 300 dólares al mes, con lo cual no es habitual que las familias los conserven tanto tiempo como los Shepherd. Muchos acaban donados a parejas incapaces de producirlos. Otros se han usado para obtener células madre, una opción que algunos equiparan al aborto, y por eso luchan para que quede excluida de investigaciones científicas subvencionadas con fondos federales.
Fuente: http://www.abc.es/20101229/sociedad/abcm-trillizas-identicas-pero-once-201012291519.html

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