Vivir en zonas que superen los 60 decibelios eleva el riesgo de infarto.- También ponen en peligro la salud cardíaca los centros laborales ruidosos.
Cada segundo, minuto u hora que un avión corporativo o privado despega o aterriza, los residentes de las zonas cercanas al aeropuerto están exponiendo su salud por culpa de la contaminación acústica y ambiental. A la irritabilidad, el insomnio, el cansancio o el aumento de la presión sanguínea se suma ahora un nuevo riesgo desvelado por científicos suizos: las patologías cardíacas. En la investigación se certifica que los empleados con ruido persistente en sus trabajos tienen entre dos y tres veces más riesgo de desarrollar una enfermedad cardíaca grave en comparación con los que gozan de ambientes laborales silenciosos.
Entre 2000 y 2005, se identificaron un total de 15.352 defunciones por infarto entre la población estudiada. Los autores hallaron que los habitantes expuestos diariamente a 60 decibelios tenían un 30% más de posibilidades de morir del corazón en comparación con los que vivían bajo 45 decibelios.
En la investigación relacionada con los centros laborales, los participantes se dividieron entre los que sí soportaban ruidos fuertes persistentes en sus trabajos o los que desempeñaban su actividad sin contaminación acústica. Los científicos encontraron que hasta el 21% de los empleados confesó aguantar un ambiente ruidoso. La mayoría de ellos era varón con una edad media de 40 años y tendían a fumar y tener más sobrepeso que los que trabajan sin ruido.
Sin embargo, los expertos descubrieron que la exposición a largo plazo en los centros de trabajo aumentaba en casi el triple la prevalencia de angina de pecho y el doble la de enfermedad coronaria e hipertensión sistólica aislada. "La exposición a niveles elevados de ruido en el trabajo es un importante problema de salud y merece una atención especial", recomiendan los científicos.
Fuente: http://www.elmundo.es/elmundosalud/2010/10/11/corazon/1286800233.html
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